―¿Quieres una birra, Sandra? ―me ofreció Isabel.
―Vale, pero solo si traes otra para ti; odio beber sola ―contesté estrujando el pañuelo de papel entre mis manos. Estaba esponjoso de tanto absorber mis lágrimas y mocos. Incluso comenzaba a sentirlo pegajoso. La verdad es que daba un poco de grima. Lo miré entre mis dedos y la asociación que me vino a la mente fue inevitable. Las lágrimas regresaron a mis mejillas y al cabo tuve que sonarme la nariz...
miércoles, 30 de junio de 2010
TE VOY A ENSEÑAR CÓMO FOLLARTE A UN TÍO
Posted by Ginés Linares on miércoles, junio 30, 2010 with No comments
Suscribirse a:
Entradas (Atom)