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lunes, 7 de febrero de 2011

Consummatum incestus

—Papá, mamá, me da igual lo que penséis. Ya soy una mujer y, aunque vuestras opiniones son muy importantes para mí, no son determinantes. Y tampoco categóricas. Si os cuento esto, no es por agradaros o informaros, sino porque sois mis padres y creo que tenéis derecho a saberlo, pero no os creáis que ese derecho que os otorgo podéis usarlo para intimidarme con vuestras miradas fijas o vuestras poses interrogadoras. La joven entrecruzó sus dedos enjoyados...

Necesitábamos el dinero

———PRÓLOGO——— —Bueno, preciosa, puedes empezar diciéndonos tu nombre. —Me llamo Al… ¿tengo que decir mi nombre o me invento uno? —Como tú quieras. —¿Aún estamos grabando? —Así es, guapa. Aquí no hay cortes ni repeticiones. Una sola toma. La mujer tragó saliva y bajó la vista hacia sus manos, colocadas en su regazo. Jugó unos segundos con sus dedos. «La alianza», pensó, dándose cuente del anillo en su dedo. Intentó sacárselo y descubrió horrorizada...
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